Realizamos un documental que promocione esta reserva. Es así que llegamos al aeropuerto de Tarapoto y de ahí nos enrumbamos por carretera hacia Moyobamba. Llegando a la ciudad nos fuimos directamente al puerto de Boca de Huascayacu donde nos esperaba Juan Isuiza con su embarcación. De ahí navegamos por el rio Mayo y nos desviamos por el rio Avisado hasta llegar a Tingana, nuestro primer destino.
Desde el primer día de rodaje nos asombro la belleza del lugar, pero más nos sorprendió la relación de los pobladores con el bosque. Ellos han desarrollado una cultura propia ahí. La gente del lugar ha sabido imitar el silbido de las aves y animales y saben identificar algunos códigos de la naturaleza, por ejemplo el silbido del tucán significa que va a llover.
A partir de esta impresión, nos propusimos narrar el video desde la población, que destacara tanto la diversidad del bosque como la cultura que albergaba.
Nuestro segundo lugar a visitar fue Lloros. Mientras nos trasladábamos por el rio Negro pudimos ver partes del bosque que ha sido talado por invasores para la siembra de arroz. Nuestro guía, Enrique, nos contaba con frustración lo difícil que era cuidar el bosque, sin embargo nos decía que el bosque se defiende solo, porque el río al crecer inunda estos campos clandestinos de arroz. Y es que el Aharam es un bosque inundable, pero Enrique prefiere creer que es el bosque el que se defiende.
Al día siguiente visitamos Santa Elena y ahí nos trasladamos por el rio Romero para hacer registro de la diversidad de plantas y animales que existen.
En el Aharam destacan dos tipos de plantas: el renacal y el aguaje. El renacal es una planta que crece en bosque inundable y para sujetarse en el terreno inestable, crecen raíces de sus ramas, lo que hace que nunca este en un lugar fijo, por eso lo llaman “el árbol que camina”. Por su parte, el aguaje es una planta que da un fruto muy cotizado en las ciudades, lo que hace que este planta este en peligro de extinción. El Aharam resulta ser un refugio para esta especie.
Para visitar el Aharam, hay que coordinar con la población que hace guías por el bosque, brinda servicios de alimentación y hospedaje. Con precios más accesibles que otras reservas ecológicas.