La Asociación Solaris Perú nos convocó para realizar un vídeo del proyecto “Familias Andinas Educadoras”. Con este proyecto, cuatro comunidades del distrito de Andarapa en Apurímac, se organizaron para que ningún niño o niña falte a la escuela.
Para ir a Andarapa, primero hay que llegar a Andahuaylas y de ahí, trasladarse, como llendose para el norte, aproximadamente tres horas en camioneta. Se bordea la laguna de Paca, emblema de Andahauylas, para luego internarse entre los cerros, a través de una carretera llena de curvas.
Fue una semana de grabación, en la que estuvimos visitando las cuatro comunidades para registrar las acciones que hace la población para evitar la deserción escolar. En cada comunidad encontramos a un comité de vigilancia, formado por pobladores de la comunidad, ellos diariamente van al colegio para verificar la asistencia de los niños y niñas que asisten a clase. Si encuentran que un alumno no acudió, se dirigen a su casa para saber la causa de su inasistencia. Con ellos recorrimos las aulas para ver su trabajo cotidiano, y vimos el respeto que tienen a los integrantes del comité de vigilancia no sólo en su comunidad sino también por los maestros de la escuela.
Nuestro estilo de trabajo es conversar y entrevistar a los pobladores y maestros para que nos cuente cómo ha influenciado en su vida o en su trabajo diario el proyecto “Familias a Andinas Educadoras” La idea es que los pobladores no repitan la información de la institución, sino humanizar esta información institucional.
Una de las secuencias más interesantes fue grabar la asamblea comunal. En esta asamblea se definen los comités de vigilancia y se programa el calendario agrícola, con el cual los pobladores se organizan para que entre todos se ayuden en las labores agrícolas, evitando así que sus hijos falten a la escuela.
Justamente como actividades del calendario comunal, la población realiza el “ayni”, es decir un sistema de ayuda mutua para trabajar la chacra. Para grabar esta secuencia tuvimos la participación de un grupo de pobladores que prácticamente produjeron y dirigieron la escena. Fueron ellos que escogieron la chacra a grabar y trajeron los elementos necesarios para el trabajo. Ellos decía: “esto es así”, “así lo hacemos”. Nosotros solo registramos lo que ellos decían y hacían. Es así que esta secuencia que originalmente solo era el trabajo en chacra, terminó siendo una secuencia que empezó con un pago a la tierra, el trabajo en chacra, las mujeres que llegaban con agua para refrescar a los trabajadores y luego con un fiambre compuesto de mote. Toda una secuencia propuesto por los pobladores. Es los que nosotros llamamos una puesta en escena participativa.
Finalmente regresamos a Lima a editar que termino en un vídeo de 10 minutos.